Skip to main content

Hay gestos cotidianos que hacemos casi sin pensar. Parar a comprar algo rápido, bajar a buscar un paquete, hacer una fila corta en el banco. Y muchas veces, por no querer dejarlo solo en casa, subimos a nuestro perro al auto, sin imaginar el riesgo que eso implica.

Pero lo que para nosotros es «solo un momento», para ellos puede convertirse en una trampa mortal.

Auto peligro para los perros

El calor no perdona

Los autos, incluso en días templados, pueden volverse hornos en minutos. Y no estamos exagerando. Una temperatura exterior de 25°C puede hacer que el interior del auto llegue a 40°C en menos de 10 minutos. Si hay sol directo, la cifra asciende aún más rápido. Y aunque abramos un poco las ventanillas o estacionemos a la sombra, el efecto térmico sigue ocurriendo.

Los perros no regulan su temperatura como los humanos. No transpiran por la piel, y su único mecanismo efectivo de enfriamiento es jadear. Cuando la temperatura es demasiado alta, ese mecanismo colapsa. El resultado: deshidratación, colapso térmico, daño orgánico… y, en muchos casos, la muerte.

¿Qué puede sufrir un perro encerrado?

  • Jadeo excesivo y desesperado
  • Desorientación
  • Vómitos o diarrea
  • Pérdida del conocimiento
  • Colapso o muerte por golpe de calor

¿Qué podés hacer?

  • Si tenés que hacer trámites, dejalo en casa.
  • Si estás de viaje, organizá las paradas pensando en él.
  • Si vas a entrar a un negocio, no lo lleves si no puede entrar con vos.
  • Educá a otros compartiendo esta información.

Y si ves un perro encerrado en un auto, actuá rápido:

  1. Intentá localizar al dueño en la zona.
  2. Llamá a la policía o a protección animal.
  3. Si el animal está en peligro inminente, documentá la situación y pedí ayuda urgente.