Esta semana fuimos parte de una nota profundamente humana y movilizadora emitida por América Noticias, donde se mostró el trabajo diario que realizamos en El Campito Refugio junto a más de 150 voluntarios y voluntarias que entregan su tiempo, su energía y su amor para cambiar la vida de cientos de animales que fueron víctimas del abandono y el maltrato.
La cobertura, a cargo de Carlos Salerno, visibilizó lo que hacemos día a día: rescatar, rehabilitar y dar en adopción a perros que alguna vez no tuvieron ni siquiera un nombre
Más de 650 vidas bajo cuidado
En el informe se destacó que actualmente más de 650 perros viven en El Campito. Muchos llegaron con historias terribles a cuestas, como Lobito, un perro que fue quemado por un grupo de personas que lo tiraron sobre brasas y le marcaron el cuerpo con una parrilla. Hoy, gracias al esfuerzo de todos, Lobito está en recuperación y tiene una nueva oportunidad.
Contamos con 19 caniles generales y dos específicos para perros con discapacidades: ciegos, con movilidad reducida, sordos o con cuidados especiales. Además, hay caniles individuales para aquellos que por distintas razones no logran integrarse con otros.
Historias que duelen… pero que también sanan
Una de las historias más conmovedoras fue la de una perrita rescatada en Villaluro, tras ser atropellada por un tren. Vivía debajo de un puente con una persona en situación de calle. Estaba en estado crítico, al borde de ser eutanasiada, pero el equipo de El Campito la recibió, realizó todos los estudios necesarios y le salvó la vida. Hoy, esa perrita está feliz, viva y en adopción.
Casos como este muestran que rescatar es posible. Que con amor, compromiso y acción, se puede revertir incluso el peor de los pasados.
Cuidados especializados y compromiso constante
Los perros con discapacidad reciben una atención permanente: pañales, vendas, alimentación especial, seguimiento veterinario y asistencia personalizada. Contamos con cuidadoras específicas para ellos, porque sabemos que cada vida vale, sin importar su condición física.
Todo este trabajo se sostiene gracias al voluntariado y al aporte de personas comprometidas, que donan su tiempo, recursos o conocimientos para que estos animales tengan la vida digna que merecen.
Gracias al canal y al periodista Carlos Salerno por dar voz a quienes no pueden hablar. Por ayudarnos a mostrar no solo las historias de dolor, sino también todo lo que se puede hacer con empatía, comunidad y acción.
