Skip to main content

La tercera clase del ciclo organizado por el Instituto de Estudios de Derecho Animal del Colegio de Abogados de Bahía Blanca profundizó en el debate filosófico y político sobre el especismo, sus diferentes formas y el rol del Estado en la reproducción de un orden social especista. También se abordó la importancia de la educación formal como herramienta para transformar el paradigma.

Repaso: comunidad moral y criterios de inclusión

Rita Rodríguez retomó el recorrido filosófico de las clases anteriores, subrayando que:

  • La moral son las normas sociales que definen lo correcto en una comunidad.

  • La comunidad moral históricamente fue restringida: primero incluyó solo a hombres blancos y heteronormativos; luego se amplió a mujeres, personas racializadas y diversidades.

  • Los animales no humanos continúan fuera de esa comunidad, a pesar de ser sujetos con intereses.

Se revisaron los criterios que se usaron para excluirlos (lenguaje, razón, autonomía, alma, especie), todos problemáticos porque también dejarían fuera a muchos humanos considerados “marginales” (bebés, personas en coma, con Alzheimer, etc.).

Especismo: conceptos y variantes

Se profundizó en el término especismo, acuñado por Richard Ryder en 1970 y difundido por Peter Singer: una discriminación basada en la especie, tan arbitraria como el racismo o el sexismo.

Se describieron distintos tipos:

  • Especismo antropocéntrico (luz roja): el humano en la cima, con derecho absoluto a usar a los demás animales para alimento, vestimenta, experimentación o entretenimiento.

  • Especismo antropocéntrico del siglo XXI (luz amarilla): reconoce que los animales sienten, pero legitima su uso siempre que se reduzca “innecesariamente” el sufrimiento. Ejemplos: carreras de galgos con veterinario, jineteadas con controles sanitarios, mataderos “humanitarios”.

  • Especismo no antropocéntrico: prioriza unas especies sobre otras según su cercanía afectiva o utilidad para los humanos (ej. perros sobre cerdos, koalas sobre camellos).

La psicóloga Romina Cachanosky definió además la violencia especista como aquella tan normalizada en la sociedad que resulta invisible.

Bienestarismo vs. abolicionismo

Se remarcó que el discurso del bienestar animal está cooptado por la industria de la explotación, al suavizar prácticas crueles con eufemismos como “trato humanitario” o “sufrimiento innecesario”.

  • Bienestarismo: busca reducir daños, pero sin cuestionar el uso de animales.

  • Abolicionismo / antiespecismo (luz verde): rechaza toda forma de explotación, promoviendo acciones personales (veganismo) y colectivas (activismo, incidencia política).

El Estado especista y la biopolítica

Sergio y Mauricio introdujeron la dimensión política: el especismo no es solo un prejuicio individual, sino una ideología estructural, legitimada por el propio Estado.

  • Ministerios como el de Ganadería o Agroindustria son ejemplo de un aparato estatal que regula a los animales como recursos económicos.

  • Las leyes de refugios o zoonosis priorizan la salud pública humana, pero no el bienestar ni los derechos de los animales.

  • Desde la perspectiva de la biopolítica, el Estado administra la vida y decide quién vive y quién muere, también en relación con los animales (rifle sanitario, cuarentenas, “sobrepoblación” de perros o ganado).

Este orden institucional reproduce la idea de que los animales son “cosas” o “plagas”, invisibilizando su condición de sujetos.

Educación y cambio cultural

Hacia el final, se destacó la educación formal como herramienta clave para transformar el paradigma:

  • El sistema educativo es obligatorio y llega a la mayoría de la población, por lo que puede instalar el respeto hacia los animales como “otros” y no como “recursos”.

  • No se trata de usar a los animales instrumentalmente (“educar para prevenir la violencia”), sino de reconocerlos en sí mismos como sujetos de consideración moral.

  • Se propuso aprovechar espacios como proyectos institucionales, currículas transversales y recursos audiovisuales para cuestionar el lenguaje especista (ej. “animal de consumo”, “plaga”).

Conclusiones

La clase dejó varias ideas centrales:

  • El especismo es una ideología estructural, sostenida por instituciones, leyes y discursos sociales.

  • El bienestarismo funciona como un paliativo que perpetúa la explotación.

  • El antiespecismo implica tanto prácticas personales (veganismo) como acciones colectivas para transformar el orden social.

  • La educación es un campo estratégico para cambiar el lenguaje, las representaciones y los criterios morales hacia los animales no humanos.

El próximo encuentro profundizará en el rol del antropocentrismo como marco cultural y político, y en cómo influye en la educación, el activismo y la legislación.