Este sector del Campito Refugio está dedicado a presentarles y contarles las historias de  nuestros camperitos adultos y viejitos. Muchos de ellos han llegado al Campito abandonados por sus familias solo por el hecho de que dejaron ser cachorros, y otros tantos han vivido en la calle toda su vida, llegando a viejitos sin conocer el calor de una familia. La calle no es lugar para ningún perrito, menos para un viejito.  Pensamos que todos algún día llegaremos a esa instancia y nos gustaría que nuestra familia nos cuidara y acompañara con mucho amor. Sepamos que adoptar un viejito, es algo maravilloso. Si bien muchas veces se piensa en que es mejor adoptar un cachorro para que crezca con la familia, queremos decirles que los adultos y viejitos tienen una  capacidad inmensa de dar y recibir amor.

• Conocemos el carácter del perrito, en el refugio te podemos ayudar a encontrar el que más se adapte a tu hogar.
• Sabemos perfectamente su estatura y tamaño definitivo, sin llevarnos sorpresas más adelante, que puedan ser un problema por cuestiones de espacio.
• Ya han madurado y asimilan con más rapidez todo lo que se les enseña en el proceso de su educación.
•  La adaptación de los perros adultos adoptados, (de un año en adelante), es muy rápida y fácil.
•  Evitamos los destrozos lógicos de adoptar a un cachorro que necesita jugar y aprender a hacer sus necesidades fuera de casa.
•  El perro se adapta rápidamente a su nueva vida y adquiere en poco tiempo las costumbres  y el ritmo de su nuevo hogar, así como las normas de disciplina básicas, como hacer las necesidades en la calle o en el jardín.
• Las familias consultadas coinciden en afirmar que la capacidad de agradecimiento y cariño de sus nuevos compañeros es enorme y su educación bastante más fácil que la de un cachorro.
• Nuestra experiencia nos muestra que si un perro ha sido adoptado tras un abandono, mostrará un amor y fidelidad sin límites.
• El aprendizaje del perro va ligado al instinto de juego y no pierde dicho instinto hasta muy avanzada edad, por lo que la adopción de un perro nunca deberá supeditarse a los años que tenga, seguramente si les preguntáramos a algunos de nuestros viejitos en cuanto a ganas de divertirse y pasarla bien en familia, dría : "sigo siendo un cachorro, solo con algunos años de más"
• Al adoptar un perro adulto, y sobre todo un viejito, encontraremos al compañero más fiel, leal y noble que jamás hayamos imaginado. Le daremos la gran oportunidad de pasar el resto de su vida en una familia y la gran satisfacción de saber que gracias a nuestra adopción, en caso de que tengan edad muy avanzada, nuestro compañero pasará junto a nosotros los mejores años de su vida, cuidado y  amado en un hogar.
• Lo más importante: un amigo es un amigo y ... ¡UN AMIGO NO SE COMPRA!