Toby fue rescatado de los pasillos de una villa en un estado verdaderamente desesperante. Pelado, anémico y ciego como resultado de un golpe muy fuerte. Pero Toby, al ser joven y fuerte, fue recuperándose poco a poco. Pronto, su pelito comenzó a crecer y su colita no paraba de moverse. Hoy, después de tanto dolor, nuestro gordo vive feliz en un hogar, con una familia que no dudó en darle una segunda oportunidad.