Yrigoyen fue rescatado de la estación de trenes de Yrigoyen. Estaba en estado de shock y no reaccionaba. Los veterinarios nos dijeron que tenía la columna quebrada y que no volvería a caminar. Además, tenía la uretra destrozada... Pero desafiando todos los pronósticos, nuestro querido Yrigoyen se paró y empezó a sanar. Fue, y aún lo sigue siendo, uno de los tantos milagros del Campito. Un ejemplo más de fortaleza y de esperanza.